Después de más de seis años de su fallecimiento, el caso judicial en torno a la distribución del patrimonio ha llegado a su fin. Según Comerica Bank, la compañía que administraba su patrimonio en parte del período que duró el conflicto, nunca hubo un caso de sucesiones tan complicado en el estado de Minnesota. La ausencia de testamento, la avalancha de posibles candidatos herederos del artista, una mala administración inicial, un desacuerdo total en la valoración del patrimonio, el conflicto fiscal con el estado y la venta de los derechos por parte de tres hermanos, son solo los puntos más destacables de un proceso que parecía no tener fin, por lo que, en comparación con la duración del conflicto por el fallecimiento de otros artistas, se me antoja hasta corto.