Treinta páginas. Ese era el guión que Prince tenía preparado para su tercer largometraje. Cuando su manager Bob Cavallo, que tanto luchó cinco años antes por el éxito de "Purple Rain", leyó el guión, le propuso a Prince ponerse en contacto con escritores jóvenes que pudieran desarrollar un guión desde aquel detallado borrador. Prince se enfadó, aquello era el guión, sabía como iba a desarrollar la película y no estaba dispuesto a venderla a Broadway. Fueron los últimos coletazos de aquellos tres managers californianos (Bob Cavallo, Joe Ruffalo y Steven Fargnoli) que habían representado a Prince en los ochenta.
Presentada como la segunda parte de "Purple Rain", la película apenas contiene argumento. Prince vuelve a interpretar a un personaje llamado The Kid que contra Morris (The Time) vuelven a rivalizar por una chica. Además de eso mantienen una lucha por la posesión de los locales de diversión nocturnos; mientras Morris busca apoderarse de todos ellos, Kid solo intenta dar cabida a su música dentro de su casi arruinado negocio.
El film está grabado íntegramente en un estudio, y a pesar del intento de aparentar unos exteriores fantasiosos, el resultado final es bastante malo. Se supone que la inspiración por aquel entonces le llegaría a Prince del director Tim Burton, con el que había intimado el año anterior en el rodaje de "Batman". Si bien en "Purple Rain" se había logrado plasmar la realidad de los directos de Prince, en éste film, dirigido por el propio artista, las partes musicales parecen ser más unos videoclips que unas actuaciones, todo ello rodeado de un áurea de fantasía y espiritualidad un tanto empalagosa.
Se rodó en solo cinco semanas, del 18 de febrero al 3 de marzo, con un bajo presupuesto, con cambios de guión improvisados, sin extras, los clubs aparecen casi vacíos en la película al contrario del realismo de "Purple Rain". Se dijo que Kim Basinger, supuestamente novia de Prince por aquel entonces, tendría el papel femenino en el film, aunque finalmente fue ocupada por Jill Jones, que ya había participado en "Purple Rain".
Mientras el mundo entero hablaba todavía de "Batman", Prince editaba un interesante single, "Thieves In The Temple", con secuencias de la película, a la vez que se encontraba de gira visitando por primera vez países en Europa que lo acogieron extraordinariamente. "Nude Tour" había dejado de lado a su país, y para después del verano le esperaba un estreno que resultó ser un fracaso en Estados Unidos. En su primera semana recaudó unos respetables 3,9 millones de dólares, pero en las siguientes solo aumentó en trescientos mil. La película pasó al olvido, fue muy criticada y en muchos países europeos no llegó a estrenarse.
Es posible que Prince estuviera demasiado saturado por aquel entonces. Tras el éxito de "Batman" volvió a meterse en un terreno que nunca llegó a dominar como demostró con "Under The Cherry Moon" (1986). No solo eso, sino que el artista trabajaba a destajo por aquel entonces: la película y música de "Graffiti Bridge", un hipotético álbum que podría titularse "Rave Un2 The Joy Fantastic" (nada que ver con el publicado en 1999), y también el nuevo disco de The Time, "Pandemonium", además de colaboraciones con otros artistas que también figuran en la película. Este intento de querer abarcarlo todo en tiempo record, es posible que derivara en una floja película, que sin duda, de haberse producido de otra manera, el resultado podría haber sido más exitoso. No obstante, como curiosidad, a pesar del fracaso del film, "Graffiti Bridge" fue uno del discos mejor acogidos en Europa hasta esa fecha, y aquella gira veraniega dio un impulso a la carrera de Prince en el viejo continente a la vez que se apagaba en su propio país.
Artículo inspirado en la información contenida en el libro "Prince" de Matt Thorne (Alba Editorial, octubre 2013)
2 comentarios:
como película es mala, muy.... pero como fetiche de Prince tiene momentos buenos.... algunos de los clips no son para nada malos....
ojo, igual esto al lado de Under the cherry moon es 2001 ODISEA DEL ESPACIO.... el disco que tanto reniegan algunos no es tan malo como nos quieren hacer creer...
Si lo hubiera vendido como una especie de especial televisivo a modo de continuación de Purple Rain, (lo hizo dos años después con el ACT I y toda la trama que rodea al álbum "Symbol"), yo creo que le hubiera sacado mucho más partido y beneficio, sobre todo porque por aquella época él era una de las principales estrellas de Warner y estaba en los medios todos los días.
Musicalmente no es nada malo, pero, efectivamente, rodar en un estudio como se hizo le restó toda la credibilidad a un trabajo que, de por sí, ya tenía una base argumental tan floja que, como bien se dice, es casi inexistente. Una pena.
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