Al fin se han hecho públicos los resultados de la autopsia practicada a Prince el día siguiente a su fallecimiento. El informe, que se ha hecho público incluye solo la forma y la causa de la muerte, ya que el resto de los datos médicos son privados por ley. Prince, vestido con camiseta, pantalones y gorra negra fue hallado inconsciente en el ascensor de Paisley Park (algunos medios recientes indicaron que podría llevar muerto unas seis horas en el momento en el que fue hallado), y la causa de su fallecimiento es una sobredosis accidental de Fentanyl que él mismo se suministró. Fentanyl, un analgésico opiáceo, es un narcótico sintético 50 veces más fuerte que la heroína, usado para tratar dolores muy fuertes. Se puede comprar en farmacias con receta médica, por lo que el punto de mira está ahora sobre el médico de familia Michael Todd Schulenberg, que visitó a Prince el 7 y el 20 de abril, un día antes de su fallecimiento.
El caso de Prince vuelve a poner sobre la mesa lo que ya casi es considerado como una epidemia que se vive en Estados Unidos. El propio Obama había advertido sobre una regulación más exhaustiva sobre la administración de opioides. Los médicos expiden más de 6 millones de recetas al año de esta sustancia, pero infravaloran sus efectos secundarios que pueden provocar efectos devastadores como la adicción y en casos de una inadecuada dosis, la propia muerte. Cientos de personas mueren cada año por accidentes similares a lo que le ha ocurrido a Prince, y miles son atendidos de urgencia por sobredosis de esta sustancia. El 15 de abril, cuando el avión del artista aterrizó de urgencia en Illinois, los equipos de emergencia le inyectaron Naloxona, utilizado en casos de sospecha de sobredosis por opioides. Al parecer, Prince se había quedado inconsciente durante el vuelo. Días después de su fallecimiento, una ley en el estado de Minnesota obligó a los bomberos a incluir en sus botiquines esta sustancia para administrar en caso de urgencia.
El caso de Prince vuelve a poner sobre la mesa lo que ya casi es considerado como una epidemia que se vive en Estados Unidos. El propio Obama había advertido sobre una regulación más exhaustiva sobre la administración de opioides. Los médicos expiden más de 6 millones de recetas al año de esta sustancia, pero infravaloran sus efectos secundarios que pueden provocar efectos devastadores como la adicción y en casos de una inadecuada dosis, la propia muerte. Cientos de personas mueren cada año por accidentes similares a lo que le ha ocurrido a Prince, y miles son atendidos de urgencia por sobredosis de esta sustancia. El 15 de abril, cuando el avión del artista aterrizó de urgencia en Illinois, los equipos de emergencia le inyectaron Naloxona, utilizado en casos de sospecha de sobredosis por opioides. Al parecer, Prince se había quedado inconsciente durante el vuelo. Días después de su fallecimiento, una ley en el estado de Minnesota obligó a los bomberos a incluir en sus botiquines esta sustancia para administrar en caso de urgencia.
Fuentes cercanas al artista ya habían confesado que sufría dolores muy fuertes de cadera y rodilla desde hacía un tiempo considerable. Es posible que Prince estuviera medicándose con ésta sustancia para aliviar sus dolores, pues al ingerirlo la reacción que produce es como el de la anestesia, eliminando durante unas horas por completo los dolores que pudiera estar sufriendo.
La investigación continúa su curso, pero al menos, con la publicación de la autopsia se ha terminado con numerosas especulaciones, muchas de ellas absurdas, que han salido publicadas estas semanas.
3 comentarios:
Muy buen artículo. Equilibrado, realista, y apuntando a lo que en toda lógica ha sido la causa de la muerte. Los que conocemos bien a Prince desde hace muchos años vemos lógico el uso de estas sustancias como tratamiento del dolor, no como una pura adicción a las drogas como consecuencia de una vida desordenada. También encaja su giro en cuestiones religiosas como causa de evitar operaciones quirúrgicas que hubiesen aliviado o evitado el deterioro físico que sufría (flaco favor el de Larry Graham al convertirlo en testigo de Gehová).
Un triste accidente sobre el que han girado muchas especulaciones sensacionalistas mal fundadas. Ahora es tiempo de respeto. Descanse en Paz.
Jamás se me habría ocurrido pensar que alguien como Larry Graham, que me hizo vibrar con Prince en Marbella como nunca, tendría algo que ver, directa o indirectamente con su desaparición. Supongo que, aunque no tuviera previsto morirse, algo le dijo a su conciencia que no quedaba mucho camino por recorrer. Canciones como "Way Back Home" y esa despedida tan espiritual del disco "Art Official Age" no me parecen tanta casualidad después de todo. Qué pérdida tan tonta y devastadora...
Totalmente de acuerdo contigo y sobre Larry Graham yo siempre sentí adversidad hacia él y su mujer la encuentro muy protagonista cuando ha salido al lado de Prince , tampoco me inspira , no se muy bien porque pues sin conocerle tiene poco sentido , pero siendo Prince ya muy creyente en la religión adventista con mucha más libertad de dirigir su vida y tomar decisiones personales que necesidad tenía de convertirse a Testigo de Jehová , quizás esto fue un condicionante para la forma en la que murió ,sin duda , también pienso para la separación y el rechazo de su lado de Mayte , su primera esposa , a quien siento hecho de menos siempre sus sucesivas compañeras siempre tenían algo de ella .Imagino que lo que Prince encontró en Larry fue su trayectoria musical , le gustaba empaparse de artistas de peso en el mundo musical y no olvidemos que Larry venía de un grupo mítico en EEUU "The Family Stones" pioneros de la música Funk.Gracias por la información a el blog y a todos
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