Hace algún tiempo, alguien (no recuerdo quién) se quejó con razón de que nadie hubiera hecho una crónica EN CASTELLANO sobre la Celebration 2002. El compadre Sweez quedó en hacerla y, salvo que lo haya hecho en privado, por aquí no ha aparecido. Anoche escuché por primera vez el B*TLG del quinto concierto (gracias, hermano Paisleyes) y no puedo resistirme a escribir y meteros una chapa sobre lo que AQUELLO supuso para mí. Pido perdón de antemano porque sé que me voy a alargar.
Lo primero que destacaría de la Cele'02 es que siete conciertos en siete días, más los siete de los invitados, ES UN ATRACÓN ENORME para el cerebro. El tercer día mi cabeza ya no era capaz de colocar en su sitio los repertorios, y aún no habíamos llegado a la mitad. Paradójicamente, el concierto que peor aguanté fue el primero. Apunta, Mountains, que esto es una primicia: el DMSR debe ser el único fan de Prince que puede "presumir" de haberse quedado DORMIDO, recostado sobre el ESCENARIO, durante un concierto (espero que él no me viera, qué vergüenza, fue una 'siesta' breve). La versión de cómo y por qué se dará a conocer con cervecita delante. Esa noche me acosté convencido de que no iba a sobrevivir, pero posteriormente, una vez acostumbrado el cuerpo al ritmo de comer-cola-conciertos-dormir, yo habría aguantado semanas y meses. El otro gran dato a destacar fue la inagotable capacidad de Prince para deslumbrarnos a todos, era fascinante verle cada noche dando lo mejor de sí mismo, y ya sabemos que eso es MUCHO.
La organización, en general, creo que no fue demasiado buena; sobre todo por las PUTADAS que nos hicieron a quienes 'nos gusta' hacer cola para estar cerca del escenario. Tres de los siete días, la "sargento Peláez" que organizaba el asunto se inventó diferentes sistemas para joder a quienes acampábamos en las puertas de Paisley Park. Era demoledor estar allí y ver cómo se pasaba la cola (la de gente) por el fistro. Otra putada, involuntaria esta vez, fue cuando después del show de Sheila E. (yo en fila 2, centro) nos sacaron a todos afuera, y a la vuelta los últimos fueron los primeros (yo en fila 15, ladeado). En fin, lo demás fue razonable, de Paisley Park se podía visitar sólo un poco, pero -sobre todo el primer día- emocionaba andar por allí como si tal cosa. Una gozada muy recomendable.
Creo que el concierto que más deslumbró a la gente fue el acústico, la cuarta noche. La sesión había empezado bien: sillas para presenciar cómodamente los conciertos, Norah Jones, con su dulzura y su piano... ¿qué irá a hacer Prince? Retiraron el escenario de Norah y pusieron una banqueta en el centro. Buenooooo. Colocaron dos micros: uno a la altura de la boca y otro a la altura del travesaño de la banqueta donde iba EL PIE. Mmmhhh. En algún tema apareció Kirk Johnson para tocar un par de timbales y/o un triángulo, pero el concierto fue de voz, guitarra y taconeo de travesaño. Delirábamos, qué pasada. Sin duda, la conexión con el público y la magia alcanzada fueron MÁXIMAS. Las caras de gozo, placer y felicidad que vi aquella noche allí son impagables. Yo también llevaba esa cara y también diría que fue lo mejor de la Celebration, si no fuera porque me entran dudas al comparar -cosa odiosa- este concierto con el del día siguiente, el que escuché ayer, y que a mí me dejó PLANCHADO.
Tras lo vivido la noche anterior, el público estaba cardiaco antes de empezar. Se palpaba en el ambiente un sentimiento que no había aparecido los días previos. También estábamos sentados y tampoco sabíamos qué nos esperaba. El guitarreo-blueseo del 'guest' Bernard Allison hacía presagiar noche de guitarra, pero ¿quién sabe cuando hablamos de Prince? Bueno, ahora ya sabemos que se confirmó el presagio y Prince dio un concierto guitarrero al más puro "estilo aftershow". En la fila 2, un poco ladeado a la derecha, delante de una montaña de bafles mis oídos quedaron hechos papilla, pero... ¡¡¡QUÉ NOCHE!!! ¡¡¡¡QUÉ REPERTORIO!!!! ¡¡¡¡¡QUÉ ORGASMOOOOO!!!!!
(...) MUSICALMENTE es difícil describir aquella intensa semana, insisto en lo que he dicho al principio, el cerebro se te derrite a partir de la tercera entrega. Así que os contaré también lo que supone (o puede llegar a suponer) en un PLANO EMOCIONAL. "Enriquecedora" creo que es la palabra que mejor define esta experiencia. Yo no hablo inglés, por lo que en cuanto a relaciones públicas lo tenía bastante mal -con lo que a mí me gusta darle a 'la sin hueso'-. A pesar de ese hándicap puedo afirmar que hice amigos y amigas para toda la vida. Fueron muchas las personas que me ayudaron, personas a las que estaré eternamente agradecido. Y en siete días rondando por Paisley Park pasan cositas, cositas como chocarte con Prince, como estar una hora escribiendo postales a los colegas bajo una sombrilla delante de Paisley Park, como ver llorar a Sheila E. y estrechar su mano, (como dormirte en el escenario), como ganar un single por encestar una canasta, como perderte a la una de la madrugada en 'la nada' y que una semidesconocida te recoja y conduzca hora y media hasta encontrar tu hotel a cambio de un beso en la mejilla (que fueron dos)... son muchas, muchas las vivencias, las emociones y recuerdos que te puedes llevar en la maleta después de siete días de conciertos... en la casa de Prince. Quién sabe si volverá a organizarse una Celebration como la del año pasado. No estoy seguro de podérmelo permitir, pero si Prince repite lo de las siete veladas... intentaré no perdérmelo. Por mí, por él, y por todo lo que te traes metido en la maleta del corazón y el alma. Lo dicho: ENRIQUECEDOR.
Gracias por haber llegado a leer hasta aquí, yo he disfrutado mucho escribiéndolo. DMSR'2003.
Escrito por DMSR.
Publicado el 12 de enero del 2004.
Publicado el 12 de enero del 2004.
Extraído de su publicación original en www.prince.arrakis.es de fecha 28 de enero del 2003, con la autorización del autor.
1 comentario:
Hola:
He puesto a la venta algun material de Prince muy difícil de conseguir. Está publicado en segundamano.es ( http://www.segundamano.es/alicante/lp-prince-in-conferencelibroposters/a34923908/ ).
Saludos
Publicar un comentario