La introducción de Prince en el Salón de la Fama americano fue otra pieza clave en el éxito de la inminente gira posterior. Este acto sirvió como una perfecta promoción para lo que se avecinaba, y acudió en persona a recoger este reconocimiento a sus 25 años de carrera. Su actuación comenzó con el rock de "Let's Go Crazy" dando buen protagonismo a su guitarra y a un solo de saxo de Candy Dulfer. La enlazó con "Sign O' The Times", canción de gratos recuerdos que fue una delicia volver a escuchar donde el espectacular John Blackwell demostró su destreza a la batería, y finalizó con "Kiss". Tres éxitos muy apropiados para un evento como este que dieron paso a la entrega del premio de manos de un alabador discurso de Alicia Keys. Estas palabras le servirían a Prince para abrir sus conciertos, reproduciéndolas por las pantallas gigantes antes de su aparición en escena. Pero lo más brillante de la noche llegó cuando actuó en medio de la interpretación de la legendaria "While My Guitar Gently Weeps" que estaban tocando Tom Petty, Jeff Lynne y Dhani Harrison en el escenario. Prince realiza un solo de guitarra que roza los tres minutos de los que aún a día de hoy sigue impresionando a los que no conocen a este maravilloso músico. Los fans nos sentimos muy orgullosos de que al fin Prince hiciera justicia con una demostración de este calibre a todo el mundo, algo a lo que solo nos tenía acostumbrados a los que asistíamos a sus conciertos. Fue sin duda una interpretación histórica que quedará siempre en el recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario